Cómo explicar a nuestros hijos qué está pasando con el coronavirus sin asustarlos

A pesar de la situación anómala y dañina creada por el coronavirus, como padres estamos obligados a suavizarla en la medida de lo posible, buscando sus aspectos positivos en el ámbito del hogar, pues hay que reconocer que la ralentización de la actividad laboral nos está dando la oportunidad de pasar más tiempo con nuestros hijos e incluso de llevar a cabo nuevas actividades en familia.

En ningún caso debemos de ocultarles a nuestros hijos la gravedad de la situación generada por la epidemia. Cuando el niño nos pregunta algo, debemos responder con claridad y de forma adecuada a su edad y hacerle entender que no queremos engañarle ni confundirle las ideas. Si le decimos que no pasa nada, pero tenemos una actitud que transmite lo contrario, el niño se dará cuenta y se preocupará aún más.

Al mismo tiempo, debemos demostrar que siempre estamos ahí para orientarle, cosa que le tranquilizará.

El tipo de comunicación dependerá, sobre todo, de la edad del niño

Así, con los más pequeños, podemos echarle imaginación e inventarnos un cuento, podemos decirle que estos virus “gamberros” se han escapado de su casa, pero que no se imaginaban que podían hacer daño. Ahora, como ven que no son bien aceptados, tienen que volver a su casa, y nosotros tenemos que ayudarles a encontrar el camino de vuelta: ¡el desagüe del lavamanos! Si nos lavamos bien las manos con agua y jabón, y después las enjuagamos bien, conseguiremos que se despeguen mejor. ¡Así, podemos ayudarles y dejarán de molestarnos!

Si son niños más mayores, podemos explicarles con mayor transparencia que existe una situación de alerta y que, aunque la mayor parte de las personas que enferman se están curando, en tanto en cuanto no se encuentre una vacuna, habrá que tener más cuidado de lo normal.

Si nuestros hijos están asustados, podemos ayudarles a considerar el miedo como algo positivo, como un sentimiento que nos permite alejarnos de los peligros. Se les puede dar un ejemplo: si no tuviésemos un poco de miedo, no vigilaríamos antes de cruzar la calle o no nos alejaríamos del fuego. ¡Menos mal que tenemos miedo!

Es preferible que los niños no vean las noticias sobre el tema en los medios de información, pues el tono empleado por los medios de comunicación, aunque no nos lo parezca, muchas veces puede impresionarlos. Siempre será preferible que la información llegue al niño filtrada y convenientemente suavizada por medio de los padres.

Es imprescindible inculcar en nuestros hijos el cumplimiento de las normas de higiene. Se les puede plantear como un juego, pero si no funciona, es preferible imponerlas como una regla a cumplir.

¿Cómo nos organizamos con los colegios cerrados? Como sabemos los profesores se han adaptado a la nueva situación y están impartiendo las clases telemáticamente. Es bueno que los niños mantengan una rutina, que les contenga y les aporte seguridad. Por lo tanto, por la mañana, pueden dormir un poco más, pero después se tienen que levantar y hacer tareas como si estuviesen en la escuela, es conveniente que no les dejemos pasar el tiempo viendo dibujos animados o jugando con la tablet.

 

Fuente: Artículo aparecido en la  revista MiBebe y Yo